miércoles, 20 de enero de 2010


Un potente sismo de 7,3 grados en la escala de Richter sacudió ayer a Haití, el país más pobre de América. Derrumbó varias edificaciones de la capital, Puerto Príncipe, y provocó el pánico en la población, sin que hubiese hasta anoche un balance de víctimas.
“Creo que verdaderamente se trata de una catástrofe de enormes proporciones”, indicó el embajador de Haití en Estados Unidos, Raymond Alcide Joseph, a la cadena de televisión CNN.
El diario español El País aseguró que las víctimas mortales se cuentan por decenas. “Los equipos de rescate trabajan a contrarreloj para rescatar de entre los escombros a los heridos y a los cadáveres”, aseguró la publicación.
El palacio presidencial, la Catedral y varios edificios gubernamentales quedaron destrozados en Puerto Príncipe, según las imágenes difundidas por la cadena de noticias CNN.
Las comunicaciones con la isla colapsaron tras la tragedia que desató una alerta de tsunami para países caribeños como Cuba, Bahamas y República Dominicana.
El Departamento de Estado estadounidense aseguraba que las líneas telefónicas habían dejado de funcionar en la ciudad.
Además, anoche, pasadas las 22.00, Puerto Príncipe estaba en penumbras porque los servicios eléctricos no funcionaban.
Un corresponsal de AFP en Haití detalló que el sismo duró poco más de un minuto. Poco después, dos réplicas de 5,9 y 5,5 estremecieron el país, indicó el Instituto de Geofísica de Estados Unidos (USGS)
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