miércoles, 20 de enero de 2010

Martin Luther King, Jr.[1] (Atlanta, 15 de enero de 1929 - Memphis, 4 de abril de 1968) fue un pastor estadounidense de la iglesia bautista[2] que desarrolló una labor crucial en Estados Unidos al frente del Movimiento por los derechos civiles para los afroamericanos y que, además, participó como activista en numerosas protestas contra la Guerra del Vietnam y la pobreza en general.
Por esa actividad encaminada a terminar con la segregación y discriminación racial a través de medios no violentos, fue condecorado con el
Premio Nobel de la Paz[3] en 1964. Cuatro años después, en una época en que su labor se había orientado especialmente hacia la oposición a la guerra y la lucha contra la pobreza, fue asesinado en Memphis, cuando se preparaba para liderar una manifestación.[4]
Luther King, activista de los derechos civiles desde muy joven, organizó y llevó a cabo diversas actividades pacíficas reclamando el derecho al voto, la no discriminación y otros derechos civiles básicos para la gente de raza negra de los Estados Unidos. Entre sus acciones más recordadas están el boicot de autobuses en Montgomery, en 1955; su apoyo a la fundación de la Southern Christian Leadership Conference, en 1957 (de la que sería su primer presidente); y el liderazgo de la marcha sobre Washington por el trabajo y la libertad, en 1963, al final de la cual pronunciaría su famoso discurso "I Have a Dream", gracias al cual se extendería por todo el país la conciencia pública sobre el movimiento de los derechos civiles y se consolidaría como uno de los más grandes oradores de la historia estadounidense.[5]
La mayor parte de lo derechos largamente reclamados por el movimiento serían promulgados legalmente con la aprobación de la Ley de los derechos civiles y la Ley del derecho al voto.
King es recordado como uno de los mayores
líderes y héroes de la historia de Estados Unidos, y en la moderna historia de la no violencia. Se le concedió a título póstumo la Medalla Presidencial de la Libertad por Jimmy Carter en 1977 y la Medalla de oro del congreso de los Estados Unidos en 2004. Desde 1986, el Martin Luther King Day es día festivo en los Estados Unidos.


Un potente sismo de 7,3 grados en la escala de Richter sacudió ayer a Haití, el país más pobre de América. Derrumbó varias edificaciones de la capital, Puerto Príncipe, y provocó el pánico en la población, sin que hubiese hasta anoche un balance de víctimas.
“Creo que verdaderamente se trata de una catástrofe de enormes proporciones”, indicó el embajador de Haití en Estados Unidos, Raymond Alcide Joseph, a la cadena de televisión CNN.
El diario español El País aseguró que las víctimas mortales se cuentan por decenas. “Los equipos de rescate trabajan a contrarreloj para rescatar de entre los escombros a los heridos y a los cadáveres”, aseguró la publicación.
El palacio presidencial, la Catedral y varios edificios gubernamentales quedaron destrozados en Puerto Príncipe, según las imágenes difundidas por la cadena de noticias CNN.
Las comunicaciones con la isla colapsaron tras la tragedia que desató una alerta de tsunami para países caribeños como Cuba, Bahamas y República Dominicana.
El Departamento de Estado estadounidense aseguraba que las líneas telefónicas habían dejado de funcionar en la ciudad.
Además, anoche, pasadas las 22.00, Puerto Príncipe estaba en penumbras porque los servicios eléctricos no funcionaban.
Un corresponsal de AFP en Haití detalló que el sismo duró poco más de un minuto. Poco después, dos réplicas de 5,9 y 5,5 estremecieron el país, indicó el Instituto de Geofísica de Estados Unidos (USGS)
.